Por: Blog Anti • @Bloganti
La Partida
La primer visita de este festival que muchos hablan y alardean por las bandas de alto renombre que llevan, siempre atraen gran cantidad de público de otras ciudades, y el caso de Blog Anti no fue la excepción, luego de haber intentado dos veces ir la ciudad de la eterna primavera, la tercera fue la vencida y por fin pudimos asistir a este magno evento.
La partida empezó el viernes 31 de octubre. En medio de disfraces, dulces y euforia por lo que genera el Halloween, alrededor de 135 jóvenes daban espera a los buses que salían del tour que arrancaba desde el Portal de la 80 (Localidad Engativá). El frío era lo de menos ya que entre tragos y risas se iba pasando el tiempo y matando el “helage” de la noche.
Aunque salimos en la madrugada del sábado, no fue pretexto para que la gente se fuera en pleno éxtasis, en medio de cerveza, aguardiente y sustancias psicoactivas que hacían más ameno el paseo. Después de 12 horas donde se hicieron varias paradas “estratégicas” para comprar alcohol, comida o simplemente hacer chichi y pasar por derrumbes, Por fin llegábamos a la capital antioqueña, que nos recibía con un espléndido sol (algo muy raro para estas fechas en esa ciudad).
Prosa Callejera
Después de dejar maletas y comer algo, me aliste y cogí un taxi directo al cincuentenario, lugar donde se estaba realizando el Festival Altavoz, al pisar suelo de dicha zona, me encontré con el cierre de la presentación de Mc Mago Real, la tarde de beats, rimas y poesía urbana seguía su guion con la presentación de Sociedad 7BF, toda una institución del hip hop paisa, con una carrera de más de 20 años, dieron un espectáculo donde se mezclaron guitarras, bajos, trompetas, djs y prosa que movió a las masas que se encontraban en la cancha del cincuentenario.
Al instante de ver a la Sociedad, el cincuentenario estaba en furor para recibir a una leyenda del Rap, proveniente de Los Estados Unidos, Das EFX, salto al ruedo con un mini set por parte del Dj que con solo pinchar par vinilos, puso a brincar a los asistentes con un pronunciado bajo que hacía poner los pelos de punta, y en el momento menos inesperado MC Skoob y Krazy Drayzy le dieron la bienvenida a Medellín, provocando alegría absoluta entre los fans que meneaban camisetas, pogueaban (como en los 90´s) y coreaban el nombre del grupo.
La hora del One Love
De la agitada presentación de los Neoyorquinos de Das EFX, el reggae y los colores de Etiopia abrazaban la noche, con la presentación de Donkristobal y AfroSound Reggae un buen espacio para compartir entre distintos géneros urbanos y una buena compañía.
Posteriormente de a ver presenciado géneros como el rap y el reggae, llego el esperado cierre, en una ciudad como Medellín, donde ha sido la cuna de estilos tan transgresivos en el rock nacional como el Punk y Metal, la hora de la verdad había llego. Desastre Capital¸ fue el encargado de empezar esta tanda y calentar el público, para darle paso a KDH quienes regresan a la tarima luego de un largo receso, tocaron clásicos como: “Gusano”, complementadas con lo nuevo “Caretas” , “Nuestra Humanidad” y “Juanito Vomitón” la cual tocaron junto a Jota vocal de Pestes Mutantes y Procesx.
Con un fuerte coro que decía “Exploited Barmy Army” la banda de Wattie Buchan se montó al escenario, y al primer riff de guitarra hizo abrir un gran pogo que se presenció en toda la cancha, la locura, y embriaguez de los distintos punks que habían venido de otras ciudades, para poder ver a toda una leyenda fue mucha, generando que gran parte se colara a la parte de prensa, para poder compartir con Exploited toda la energía que ellos daban con cada canción que pasaba.
Uno de los momentos más cumbres de la presentación del cuarteto escoces, fue cuando Wattie Buchan invito al público a subirse al escenario para cantar junto a él el clásico “Sex and violence” invitación que muchos aceptaron con agrado, pero por cuestiones de logística solo se pudieron subir dos personas, las cuales disfrutaron y animaron a los asistente a corear fuerte la minimalista letra de aquella canción.
Acto que quedará plasmado para muchos que estuvimos presentes en esta edición del altavoz, donde vimos la hermandad que genera la música entre las personas de distintas culturas urbanas, que sin importar sus gustos personales compartieron y vibraron al son de uno de los festivales más importantes en el país y que con el pasar de los años se ha ido ganando el respeto de la escena colombiana y latinoamericana por traer a bandas de tallas importantes.