Por: Christian Solano • @Christiangadejo / Diseños letras: Marcelo S. Tiusaba • @marcelo_miSmoS
La música es una expresión artística; evoca emociones y a juicio de este servidor, logra inmortalizar momentos. Los sonidos duros y pesados llegaron a Colombia en la primera mitad de la década de los ochentas en Medellín, en un preciso instante en que se cocinaba una de las peores épocas del país producto de las guerrillas, el paramilitarismo, narcotráfico, desplazamiento, corrupción en el gobierno y la desatención social.
La escena conocida como “Metal Medallo”, con bandas que interpretaban un género de carácter endémico bautizado como “Ultra Metal”, caracterizado por tener “Guitarras gangosas y la aleatoriedad de sus baterías” tal como lo define el líder de la banda Reencarnación, sumado a los problemas de audio y el desconocimiento de la academia musical, lograron plasmar en sus letras unos relatos de ciudad, país y entorno que dimensionaron la aguda situación de Colombia en la que se desmoronaban los valores y se promovía el no futuro.
Cada letra construida por los miembros de las bandas como: Parabellum, Reencarnación, Blasfemia, Agressor, Nekromantie, Mierda, Sacrilegio, Amén, Danger; es un testimonio vivo y atemporal de vivencias propias de los rockeros de Medellín quienes encontraron en la pesadez y el sonido estridente un escape al crimen y el olor a muerte que colmaba las periferias de la capital de Antioquia.