Por: Blog Anti y Ekiz Ache • @Bloganti
Tumbas ST
Hablar de post punk en Bogotá es una tarea de escarbar bastante, esta escena ha sido muy reducida siempre y sus exponentes del momento desaparecen fugazmente, en esta ocasión cuando la movida darks estaba muy callada desde hace mucho rato ya, aparece un quinteto que con su sonido más visceral y oscuro, se ponen como punta de lanza de esta nueva camada de bandas que están saliendo, un Ep que consta de 4 canciones que recorren las depresiones, las frustraciones y sobre todo las introspecciones de una generación desilusionada.
Amenazas
De los escombros de Anti diktatur, sale en este 2016 Amenazas con su Ep homónimo, un disco que contiene un sonido salvaje de d-beat y hardcore punk, 6 canciones que desgarran toda la rabia guardada por las injusticias que se tiene que vivir día a día.
Diogenes – Historias Capitalinas
Un sonido desgarrador, una patada bien dada, en el momento menos dado, son una de las palabras con las que se puede definir este trabajo del grupo bogotano, Diogenes, un sonido que va desde el hardcore punk más violento, hasta el punk rock más demencial, en resumen, 7 canciones hecha desde las cañerías capitalinas con todo el corazón posible.
Final – Muerte
La guadaña tarde que temprano tiene que pasar por nostros, y es así como este trio lo hace saber, con un sonido cavernario y escorbutero, este segundo trabajo les dio la oportunidad de tocar en el Latino Punk Fest de Nueva York, junto a bandas como Dead Hero y Accidente, Sin duda alguna una banda que día a día se va volviendo uno de los nuevos referentes a tener en cuenta en el punk colombiano.
¿Alguien Busca un final Feliz? – Nanook El último esquimal
Después de lanzar su primer larga duración El pánico no se azara, disco el cual hizo que su nombre callera en los oídos de muchos melómanos que buscaban algo salvaje dentro del rock bogotano, algo que no fuera tan sutil y pre cosido como han venido saliendo últimamente. Los esquimales para este año volvieron a sus ya conocidos Eps, este disco sigue la línea del lo fi, de su antecesor, sin dejar a un lado su lado acústico y country, por decirlo así de alguna manera.
Nerds – Atalanta
Sin duda uno de los discos de garage, beach punk y power pop, que sorprendió a buena parte de la movida de esta ciudad, canciones que van desde los deseos más bizarros jamás pensados, hasta las emociones más fresonas que pueden haber. Un trabajo que seguirá dando lora, el otro año.
Tambor (EP) – N. Hardem
Un aspecto importante que diferencia el nuevo lanzamiento de el Mc bogotano con la actualidad del rap nacional, es la mística con la que aborda las canciones, ademas de su experimentación en la parte lírica y musical, apoyado en su estudio del piano y los samples. El trabajo cuenta con notas de melancolía y beats oscuros que le dan un aroma dramático, teniendo en varias canciones reminiscencias de sonidos infantiles e instrumentales adictivos, donde Hardem desenvuelve toda su habilidad verbal y rinde a su vez tributo a personajes que influencian su estética. Otro aspecto destacable es la velocidad frenética del disco, con ocho tracks cortos y contundentes que paralizan, mientras se inyecta un veneno dulce y abrumador que hacen de este una de las entregas más sorprendentes del año.
Manzanas a la Vuelta – Doble porción
Uno de los trabajos más esperados fue la primera producción del grupo paisa, Doble porción, integrado por Métricas Frias y Mañas, que luego de sacar dos trabajos en solitario y un ep, logran este año seguir sumando admiradores con un trabajo que se destaca por el cuidado y el compromiso profundo en todos los aspectos del disco, desde las etapas de composición iniciales, hasta el arte y el diseño. En cuanto a la parte musical hay colaboraciones con diferentes mcs y beat makers que le dan diversidad y amplían el espectro mostrado en el pasado por ese dueto, que desde la primera canción retratan con un tono melancólico e hilarante su relación con las drogas, las mujeres, la familia y el dinero; dejando las vísceras en las bases, con rimas afiladas que agrietan y se quedan en los oídos de propios y foráneos.
Tinto – Frank Jhonson y Al Baro
Enigmático, hipnótico y con un enfoque ultra personal, llega nuevamente desde la eterna, un disco de otra parte, difícil de describir y de descifrar en una sola sentada. Un downtempo eterno que balancea al oyente entre instrumentales de jazz y rimas encriptadas de la mano de Al Baro, un Mc paisa que conoce las peripecias de ir contra corriente, con una propuesta intrépida y provocadora, alejada totalmente del mainstrem y las recurrencias del rap nacional. Frank Jhonson el encargado de dirigir la orquesta y sacar lo mejor de los vientos y los pianos, aporta instrumentales desgarradoras, que conducen a los viajeros por un escenario perturbador y deprimente.
La Bomba de Zirochima – Zof Ziro
Sin duda uno de los discos que más dio de que hablar este año, es la primera producción en solitario del MC paisa Zof Ziro, 14 cañonazos cargados con una explosión de rimas agudas y reflexiones profundas. Manteniendo su estilo mordaz y pernicioso, Ziro demuestra porque en la actualidad es uno de los representantes más osados del rap nacional. Dirigido desde el cuartel general de Moebiuz y contando con las instrumentales del Arqueólogo, Crudo means Raw e incluso N. Hardem, le dan el sello de calidad musical a un disco que no pasa desapercibido a sibaritas, ni a neófitos. Sorprendiendo por su variedad y contundencia verbal, donde se incluyen colaboraciones con Mcs de la nueva ola del rap paisa como Rapiphero y Al Baro. y de la vieja como Gambeta, dejando en claro el pacto que tienen en la tierra de las flores con hacer producciones de calidad, que renuevan y trascienden en el tiempo por la solemnidad con la que viven el rap.